CONSTANZA ALARCÓN TENNEN
Y sin embargo se mueve
source: artishockcl
Constanza Alarcón, Y sin embargo se mueve, vista de instalación en Die Ecke Arte Contemporáneo, 2012. Todas las imágenes son cortesía de la artista. El proyecto Y sin embargo se mueve es una instalación escultórica compuesta por dos volúmenes construidos con madera que, a través de un dispositivo mecánico, se mueven. El conjunto de ambas piezas conforma un gran bloque cuya superficie está recubierta de cotas, como una vista topográfica de un terreno.
La obra surge a partir de una búsqueda de la artista por materializar una idea de paisaje a través de la escultura, partiendo de la hipótesis de que el territorio, que es lo que podría entregar una noción de estabilidad y permanencia, es en realidad tremendamente inestable y está en constante cambio y movimiento natural. Dicho dinamismo es, sin embargo, inaccesible para nosotros, ya que la naturaleza tiene una temporalidad a la que no podemos acceder. Según lo anterior, una de las cosas que Alarcón busca hacer aparecer con este proyecto es la noción de movimiento permanente de un paisaje, y por consiguiente, la paradoja que dicho movimiento implica. Esto es posible mediante la utilización de un dispositivo robótico que junta y separa continuamente ambos bloques. Constanza Alarcón, Y sin embargo se mueve, vista de instalación en Die Ecke Arte Contemporáneo, 2012. Constanza Alarcón, Y sin embargo se mueve, vista de instalación en Die Ecke Arte Contemporáneo, 2012. Para Alarcón, además, el trabajar con el paisaje tiene como objetivo hacerse cargo de la representación de una naturaleza extrema, de la realidad geológica que caracteriza nuestro contexto nacional para así constituir una imagen que responda y sea producto específicamente de nuestra circunstancia geográfica y cultural.
Constanza Alarcón Tennen (Santiago de Chile, 1986) Vive y trabaja en Santiago de Chile. Licenciada en Artes Visuales de la Pontificia Universidad Católica, ha participado en exposiciones colectivas como Umbrales, en el centro de extensión de la Universidad Católica (2009), Tierra Baldía, Sala de Arte CCU (2011), y Concurso Universitario de Arte Joven, MAC Quinta Normal (2011) entre otras. Además ha trabajado en diferentes instituciones como Galería Gabriela Mistral, Universidad Católica y Museo de la Solidaridad de Salvador Allende.
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source: maquinasdefuegoblogspot
Constanza Alarcón plantea un desplazamiento respecto de esta noción predominante. Su obra me hace sospechar e interrogar ¡¿cómo y por qué no había existido antes de esta obra semejante visión?!. Vivimos y habitamos una tierra que es una gran falla tectónica. Simple, entonces ¿por qué nuestra idea de representarnos como paisaje distante y no cómo paisaje tectónico? Constanza introduce esta variable científica en la representación de su paisaje. Y sin embargo se mueve, podría también querer decirnos, “principalmente se mueve o sobre todo se mueve”. Sin duda esta es una condición particular de nuestro territorio, identidad y cultura. Pues cuando se mueve, todo o casi todo se desmorona.
Esta variable que Constanza introduce en su representación alude al paisaje como placas tectónicas, representadas a través de convenciones de otra disciplina científica: la topografía. La topografía no proviene de la romántica observación del entorno y cómo me reflejo en él, sino que es resultado sintético de un análisis de las superficies. Se construye con el procesamiento de datos empíricos levantados desde la observación, que en este caso es también metáfora de otra manera de relacionarse con el entorno. Dice Constanza: “mi atención se vuelca hacia el territorio, que es prácticamente de las únicas certezas que encuentro al observar Chile. Sin embrago esto encarna una paradoja: el territorio, que es lo que entrega una noción de estabilidad y permanencia, es en realidad tremendamente inestable y está en constante cambio y movimiento natural. Dicho dinamismo es, sin embargo, inaccesible para nosotros ya que la geología tiene una temporalidad a la que no podemos acceder. Según lo anterior, una de las cosas que busco hacer aparecer con esta obra es la noción de movimiento permanente de un paisaje, y por consiguiente la paradoja que dicho movimiento implica”.
Su poética es científica, o por lo menos reclama una mirada y retórica que objetiva el territorio y nuestra relación con el paisaje. Menos bucolismo y más análisis, pareciera reclamar, o en sus palabras “hacerse cargo de la realidad tectónica” en la representación del paisaje es también apelar a la experiencia que tenemos del territorio, apelar a esa experiencia. Encontrar la manera de representarla es construir la memoria de esa experiencia. Encontrar la manera de representarla es construir la memoria de esa experiencia. Dicho por Constanza “Esta instancia liminal es para mi una vía que permite referirme a la relación entre lo natural –geológico y la cultura. Es el punto de encuentro entre nuestro contexto físico y nuestra experiencia simbólica del mundo.” Esta operación conceptual en la representación del paisaje, también se verifica en la concepción volumétrica de la pieza. El volumen podría referirse a un lugar en la Cordillera de los Andes o a algún fragmento micro de cualquier otra superficie. En este sentido no importa la descripción o más bien, no es la descripción anecdótica la que genera la identidad. Puede que conozca o no conozca ese lugar, pero lo que está claro es que conozco esa experiencia. La pieza se encarga de que en la sala el espectador vuelva a rememorar la experiencia del movimiento de masas tectónicas. En este reconocimiento se gatilla en el observador la rememoración de su propia experiencia y reflexión sobre lo que es habitar un territorio en constante e impredecible movimiento.