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ART+COM

Lluvia cinética
Kinetic Rain es una obra de arte diseñada para la Terminal 1 del aeropuerto Changi de Singapur. La escultura cinética agrega un elemento contemplativo al animado espacio de tránsito de la sala de salidas. Kinetic Rain consta de dos partes instaladas sobre las dos escaleras mecánicas centrales de la terminal. Cada elemento simétrico está compuesto por 608 gotas de aluminio recubiertas de cobre. Las gotas están conectadas por cables de acero a motores controlados por computadora que las suben y bajan con precisión.

EHAB ALHARIRI

Pod de montaña sostenible futurista
Una cápsula de montaña sostenible inteligente futurista diseñada para utilizar energía solar mediante un mecanismo de pétalos que le permite abrirse y cerrarse para cargar la cápsula utilizando células fotovoltaicas montadas en los pétalos. Inspirado por el movimiento de una flor, los pétalos cuando están abiertos permiten una vista de 360 ​​° del entorno, el mecanismo también podría permitir que la vaina recolecte el agua de lluvia para ser autosuficiente y que la rejilla se esconda.

Roy Andersson

About Endlessness
La nueva película de Roy Andersson, una especie de secuela espiritual de A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence, está compuesta por una serie de viñetas narradas por una mujer joven desde un futuro indefinido: una pareja flota por una Colonia en ruinas; un padre se detiene a atar los cordones de los zapatos de su hija bajo la lluvia; un cura con crisis de fe busca ayuda de un psiquiatra que lo único que quiere es llegar a tomar el colectivo de vuelta a casa. La película, por la que Andersson ganó el León de Plata a Mejor Director en el último Festival de Venecia, es otra muestra de su talento para captar la esencia de la vida, transitando entre la comedia y el drama, entre la alegría y la tristeza. Y todo esto en apenas 76 encantadores minutos.

LUZINTERRUPTUS

LLuvia interactiva / Rain interactive
Había una vez una piscina y un equipamiento deportivo que desaparecieron por la avaricia. Dijeron que iban a remplazarlos por algo más grande, limpio y moderno pero el dinero se esfumó y en su lugar quedó un solar vacío lleno de escombros. Los vecinos de la zona lograron recuperar ese espacio de forma temporal para convertirlo en un lugar para el ocio, eventos culturales y jugar al baloncesto. Había nacido un experimento vecinal que pasó a llamarse El campo de cebada en el barrio de La latina, en Madrid.Actualmente sigue allí pero falta la piscina, un hecho que luzinterruptus no ha querido que se olvide. El pasado mes de mayo el colectivo artístico presentó lluvia profiláctica que no moja durante una noche, una instalación lumínica que desplegaron en El campo de cebada.
Bastaron 800 condones “extragrandes y extrafuertes”, pequeñas luces en su interior y agua azul “para convertirlos en grandes gotas, con tacto y forma de pecho de silicona, muy agradables de palpar y apretar. Con ellos creamos un espacio cúbico, delimitado por gotas suspendidas en las que uno se podía sumergir y acariciar, escuchando el suave sonido del agua moviéndose”, explican en su web.“Gracias a la magia de la luz y el agua, conseguimos convertir 800 vulgares preservativos en un refugio sensorial y relajante, apto para todos los públicos”
El proyecto es una continuación de una instalación que realizaron el año pasado en el mismo lugar en el que, según dicen, recordaban “la experiencia de la piscina con envases reciclados”.“El agua volvió a llevarnos a este espacio, anteriormente ocupado por una piscina pública y que desde hace dos años sirve de plaza pública a vecinos y artistas que trabajan de manera desinteresada para darle vida”.Los poderes políticos en Madrid han declarado que buscan inversores para construir un centro comercial en el Mercado de la cebada. A cambio, afirman que tendrán que costear la construcción del nuevo polideportivo, algo que no convence a estos artistas.“Desgraciadamente, la voluntad política pronto hará de él un mercado de lujo y ocio para turistas con alto poder adquisitivo, dejando el uso deportivo que tanto necesita el barrio reducido al mínimo y, desde luego, lejos del alcance económico de los vecinos de la zona”.