source: museografo

La relación entre lo real y lo ficticio, y la confusión visual para construir realidades de un mundo, son algunas de las características que identifican la obra de Alex Dorfsman. Para este artista las formas abstractas son elementos abiertos a la interpretación: una pieza se conforma desde cómo y desde dónde representa su propia realidad. En entrevista para Museógrafo, Dorfsman habló sobre las características de su producción artística.

La información sobre el lugar y la forma en la que son captadas sus imágenes –además de lo que él quiere representar–resultan importantes para su proceso artístico pero no necesariamente determinantes para el espectador. En sus palabras, la fotografía es “una herramienta para capturar algo que está allí” pero afirma que, más allá de la tecnología, todos tenemos el derecho de “sorprendernos de todo, de la mente, de la naturaleza y darnos cuenta qué importante son los sentidos”.

Su obra 3 pausas rumbo a Nikko se presenta actualmente en la Galería Patricia Conde y forma parte de Archipiélago, proyecto aún sin terminar que, como cuenta Dorfsman, tal vez jamás concluya. Esta obra cuestiona cómo se logra generar arte en un espacio aislado, con diferencias antropológicas, geográficas y psicológicas, a partir de un camino o tránsito determinados.

Su enfoque visual lo ha llevado a buscar, retratar y, así, descontextualizar formas que se pueden encontrar en la naturaleza, desde un punto de vista pictórico. Algunas de sus obras remiten directamente a la pintura, como Spree.

Por su parte, la fotografía le ha permitido tomar formas y escenas que ya existen para crear imágenes que pueden llegar a ser muy abstractas, abiertas a la interpretación del espectador: “a veces se dice tanto que prefiero el misterio y darle al público caminos abiertos de interpretación”. Como él explica, a veces olvidamos que el hombre también es naturaleza y por lo tanto refleja la forma en la que el hombre se relaciona y determina a partir del medio en el que vive: se mimetiza con la ciudad, con las superficies…

Aunque tiene diez años trabajando con fotografía, explica que el dibujo se ha convertido en una manera de “ver y aprehender la realidad”, que permite observar y olvidarse al mismo tiempo de lo que conforma a un objeto o cómo se relaciona con el ojo, la mente o la mano de quien lo retrata. Al final, para este artista mexicano, todos los sentidos juegan un papel importante en el arte, no sólo la vista.

Utiliza varios medios y procesos de creación entrelazados en una sola obra. La creación de libros de artista, por ejemplo, le permite alejarse de su obra y retomar la de otros artistas, a veces determinado por el soporte y otras veces por una idea. Así, se vale de los viajes y las formas naturales que se crean en diferentes lugares, mismos que son determinados por una identidad que pertenecen al hombre y su naturaleza.
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source: paratyemfoco

Alex Dorfsman (Ciudad de México, México, 1977) estudou Artes Plásticas na Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, na Cidade do México. Foi assistente de curadoria do Museo de Arte Carrillo Gil e foi coordenador do espaço La Panadería.
De formação pictórica e plástica, trabalha principalmente com fotografia e vídeo, focado nos contrastes entre o natural e o artificial.
Seu trabalho propõe uma visão analítica dos processos de representação e abstração da realidade, mais precisamente daqueles ligados à natureza dentro de um contexto cultural.
Em 2011 recebeu o Premio de Fotografía Latinoamericana Purificación García. É membro do sistema nacional de criadores do FONCA desde 2013.
Realizou exposições no México, EUA, Canadá, França, Alemanha, Espanha, Reino Unido, Singapura, China, Coreia e Chile. Foi co-editor do livro “La Panadería 1994-2002”.
Em 2006 publicou seu primeiro fotolivro “It’s almost real, isn’t it?” da coleção “Espía” publicado pela Editorial Diamantina, Cidade do México.