highlike

Radames Juni Figueroa

Tropical Readymade

Radames Juni Figueroa

source: highlike

Work: Radames Juni Figueroa (1982) San Juan P.R.

“Traigo un sabor a playa en este cuerpo y un sabor a coco que me quema, una canción nocturna en mi garganta, manchas de plátanos corren por mis venas. Traigo rumor de olas en mis orejas y ecos de tambores que arrebatan.” -Ismael Rivera.

Pintor afincado en Puerto Rico, Juni construye sistemas que evocan y celebran la vida; la vida pensada y vivida como clima, flora, fauna, música, comida, ropa y cantinas. Central para su trabajo es la idea de vivir en el trópico, no solo como una referencia visual si no también como un estilo de vida y una posición artística. Radames Juni Figueroa habilita espacios para la interacción entre la práctica artística y la convivencia de los espectadores en cualquier parte del mundo. Sus proyectos utilizan diversos medios como las instalaciones, ready mades, pintura y dibujo. Siente una seria preocupación por la gestión cultural, por lo cual desarrolla proyectos donde involucra distintos individuos de cualquier escena. En varios de sus proyectos el espectador o cualquier persona puede transformarse en artista, convirtiéndose así en una parte esencial de su obra.
.
.
.
.
.
.
.
suorce: uprising-art

“I offer to this body the flavor of a beach, and the flavor of a coconut that burns me, a nocturnal song in my throat, banana stains run through my veins. I offer to my ears a sound of waves and echoes of drums that fascinate me” – Ismael Rivera.

Based in Puerto Rico, Radames Juni constructs systems which evoke and celebrate life; life as thought and lived like climate, flora, fauna, music, food, clothes and canteens. The idea to live under the Tropics is central to his work, not only for the visual reference, but also as an artistic standpoint. Radames Juni Figueroa habilitates these spaces for the interaction between the artistic practice and the cohabitation of viewers in whatever region of the world. He uses in his projects various media such as installations, ready-mades, painting and drawing. He is seriously concerned about cultural management, for which he develops projects in which he involves various individuals from different scenes. In several of his projects the viewer or any individual can transform into an artist, converting into an essential part of his work. Currently Juni is building a Casa Club (tree house) with found or given materials: the structure will take place in a forest in Puerto Rico, where diverse cultural activities, exhibitions, and concerts will be held as well as projects using the tropical forest as stage.
.
.
.
.
.
.
.
source: 80grados

uchos viven desilusionados con la isla y su política inservible que pide a gritos liderazgo y dirección. Algunos artistas han dedicado su carrera a señalar estos asuntos ya sea de forma literal o metafórica. Otros, sin embargo, se mueven en direcciones paralelas. La obra de Radamés “Juni” Figueroa (n.1982) hace una pausa de todo “lo serio”y admito que se siente bien. Nos sentimos tranquilos, despreocupados, como en una burbuja. Sin duda, se siente refrescante. Con escepticismo me he preguntado la razón para este buen feeling y al final, me sospecho que es un paréntesis necesario. Al mismo tiempo hay algo de cuestionamiento sobre el arte, sobre la intención, sobre si hay criticalidad y si el artista profundiza en algún asunto…pues sí, se inclina a promover un sentimiento alegría y eso, es seriamente necesario. Aquél que tiene oportunidad de experimentar sus piezas lo debe hacer atento a cómo se mueve su propio cuerpo ante la obra. Dudo que el artista se haya detenido a pensar en las teorías fenomenológicas para esbozar su trabajo, pero ciertamente la experiencia tanto física como emocional que se vive, tienen un carácter indirectamente asociado a estas teorías filosóficas del siglo XX que apuntan la experiencia evidente de las cosas. Hace un tiempo lo visité en su taller. Allí me presentó algunos trabajos a los que se dedicaba en aquel momento. Todos señalaban a asuntos de la vida cotidiana. Por un lado, unas ventanas Miami sacadas de su contexto arquitectónico. Estaban cerradas y tenían ropa colgando. En la calle borincana es común ver esta imagen. Juni observa detenidamente sus alrededores, cómo vive la gente, sus necesidades y sus gustos. Motivado por esto, se adentró en el barrio de La Perla del viejo San Juan y pintó techos de estampados de animales salvajes, posiblemente señalando al que observa a lo lejos sin adentrarse en la belleza intrínseca del barrio “allá abajo, en el hueco, en el boquete de donde nacen flores por ramilletes.”1 Juni se maravilla ante las posibilidades de lo cotidiano y lo adopta en lo que llama jocosa y sagazamente ready-mades tropicales. Aprovecha el clima y crea momentos llenos de creatividad. Utiliza, por ejemplo, las bebidas comunes del ocio boricua y las transforma en una fuente: el agua de coco fluye con whisky, utilizando el coco como base y una piña coronando. Además, Juni siembra utilizando zapatos viejos como tiestos que coloca al centro de la galería. Le pone también zapatos a los personajes de sus pinturas que coloca en el piso como para darles otra vida más allá de la bidimensional. Incorpora un arcoiris que crea con tubos en el balcón de su casa-taller o le pone luces de colores. Juni utiliza una guagua pick-up y hace de ella una piscina para refrescarse de los calores cotidianos caribeños. Observa y recrea con lo que tiene a su alcance, sin ánimo de trabajar costosamente. Usa lo que tiene y lo que encuentra. Lo que quiere, es ser eficaz al transmitir su anhelo de vivir como él conoce, rodeado de calidez, sabrosura y un poco de salvajismo, ¿por qué no? Recientemente, lo ocupó un proyecto en el que rescata el ambiente en un bosque del pueblo de Naguabo. Allí exploró hasta crear una casita de madera en uno de ellos. Nace entonces el Tree House-Casa Club para hacer juntes de diálogo y juntes de fiesta. Se asoma en esta y otras de sus piezas una recreación de la felicidad de la infancia. Durante el mes de marzo Juni tuvo un gran momento. Fue invitado por dos importantes instituciones en Nueva York para exhibir su trabajo, y esto, posterior a regresar del 43 Salón (inter) Nacional de Artistas en Medellín, Colombia. Por una parte, el Sculpture Center lo invitó a una muestra individual replicando la Casa Club. Allí creó el Naguabo Rainbow/Daguao Enchumbao/Fango Fireflies. Figueroa comentó sobre esta pieza que sus intención es justamente “trabajar con esa experiencia de vivir en el bosque por varias semanas, quise crear un ambiente similar al del bosque tropical. Quiero que el público sienta una atmósfera y un ambiente muy similar al nuestro, me interesa que cuando el espectador entre a la sala de exposición vaya descubriendo distintas obras, que la gente se sumerja, se pierda, que vayan descubriendo por ellos mismos lo que esta sucediendo.” Así, entre fango, mosquitos y colores lleva un pedazo del bosque naguabeño a Nueva York. Por otra parte, el Whitney Museum of American Art lo invitó a formar parte de su prestigiosa e histórica Bienal para la cual creó una pieza titulada Breaking the Ice. Para dicha pieza también busca llevar un poco del ambiente caribeño a Nueva York. Sobre la misma, Figueroa explica que la estructura “tiene referencias a la arquitectura tropical y playera de Puerto Rico. Se colocarán varios heaters para generar calor y lograr subir la temperatura del espacio hasta lograr un clima tropical.” Se me hace difícil no pensar en artistas como Allora y Calzadilla con trabajos como Traffic Patterns o Puerto Rican Light (To Dan Flavin) donde evocan la luz en Puerto Rico. Podía tratarse de la luz en el semáforo de la carretera hasta la luz brillante de un sol que se siente muy cerca. Las motivaciones y los resultados son muy diversos pero la raíz de la experiencia del país les seduce para crear otros momentos partiendo de ella. Y ciertamente, despues de estos fríos nórdicos que han azotado a Nueva York, Juni llegó a repartir calidez. Ha sido celebrado por importantes revistas, críticos y curadores y esto sin duda es motivo de celebración para todo Puerto Rico. Como nota relevante a considerar, es importante que se evalúe la Bienal del Whitney en su contexto histórico. La Bienal es un evento bi-anual que reúne en un mismo espacio los acotenceres artísticos del arte americano de los últimos dos años. Así pues, lo indica su misión. Pero, ¿cómo definir el arte “americano”? ¿Es que acaso podemos definir el arte “puertorriqueño”? ¿O el islandés? En esta instancia debemos apuntar a rasgos y contextos diversos. Sin embargo, el asunto de las definiciones nacionales está anquilosado. Por lo mismo, hace años diversos eventos bienales han eliminado los pabellones nacionales (ej. Sao Paulo) en busca de una coherencia curatorial que ayude a identificar tendencias en el arte contemporáneo a nivel global. El Whitney lo sabe y ha expandido sus definiciones de acuerdo a la mirada curatorial. En esta edición, uno de los tres curadores y quien invitara a Figueroa a participar, Stuart Comer, apunta a esta pregunta y dice evocar “Ideas sobre la migración y el movimiento, así como otras relativas a una posición (geográfica u otra) en una periferia, lejos del mailand, por llamarlo así.” Entonces, Breaking the Ice vuelve a romper el hielo de las definiciones y no sería la primera vez. La Bienal del Whitney, que se inauguró en 1932, ha contado con artistas puertorriqueños o nuyoricans desde mucho antes del 1993 cuando se levanta el asunto de la representación y lo “multicultural”. Los artistas que van desde Raphael Montañez Ortiz (fundador de El Museo del Barrio), Pepón Osorio, Antonio Martorell, Rafael Ferrer, Chemi Rosado Seijo, Jesús “Bubu” Negrón o Allora y Calzadilla, entre otros, destacan por haber sido seleccionados a exhibir en esta muestra que indirectamente pone en cuestión el asunto de la nacionalidad y la diversificación de “lo americano”. Esta edición cuenta además con la participación del artista, crítico y profesor puertorriqueño radicado en Chicago, Pedro Vélez. Radamés “Juni” Figueroa, sin duda tropicaliza el ambiente nuyorkino con sus trabajos y eso es justamente lo que lo hace diverso. Su trabajo cuestiona los parámetros tradicionales evocando la particular belleza de lo sublime y lo salvaje del trópico.
.
.
.
.
.
.
.
.
source: bagger-ce

¨Siempre está la estética que se nota viene de la misma idea, una estética simple. Yo como artista no puedo pensar en obras de arte que resulten caras y trato de bregar con lo que me es accesible y luego lo combino con la historia del arte¨, explica.
Comenta que al ver su obra, las personas ¨se divierten y se rien, le encuentran esa parte irónica¨ o se identifican, como ocurrió durante la pasada feria de arte Circa Puerto Rico 2009, donde presentó ¨Fuente¨, una instalación cuyo nombre hace referencia a ¨Fountain¨ de Duchamp. Su fuente tropical con licor tenía insertado un coco en el medio desde donde brotaba la bebida.